¿QUÉ ES LA ASTENIA PRIMAVERAL?
Es la sensación de falta de energía, agotamiento o cansancio, sintiéndose los pacientes incapaces de llevar a cabo las tareas cotidianas.
No se conocen las causas concretas. Pertenece al tipo de alteraciones que no tienen una base científica fundada y por ello no está incluida en la clasificación de enfermedades de la OMS.
La astenia primaveral se refiere a un cansancio que se da sin que haya un esfuerzo previo y permanece prácticamente constante todo el día. Se cree que su origen está en el cambio climático o en los procesos alérgicos propios de esta época del año. Parece que los factores ambientales relacionados con las horas de luz al día y con otras variables, como los ciclos hormonales, pueden afectar al estado anímico.
¿A QUIÉN AFECTA?
- Más frecuente en mujeres que en hombres.
- Edad: entre 20 y 50 años.
- Aproximadamente el 2% de la población sufre sus efectos en algún momento de su vida.
¿SINTOMATOLOGÍA?
Los síntomas son leves y de corta duración:
- Síntomas más frecuentes:
- Alteraciones del estado general
- Sensación de debilidad muscular y falta de vitalidad
- Dolor de cabeza y malestar general
- Fatiga intelectual con dificultad de concentración y trastornos de la memoria
- Alteraciones del sueño y del apetito
- Sensación de agotamiento al levantarse por la mañana
- Tristeza
- Cambios de humor
- Irritabilidad
- Ausencia de interés sexual
- Síntomas menos frecuentes:
- Caída del cabello
- Fragilidad de uñas
- Picores generalizados
¿CÓMO SE TRATA?
Se debe adoptar una serie de medidas como prevención:
- Mantener una alimentación sana y equilibrada, rica en frutas verduras, legumbres, etc., baja en grasas y rica en fibra que aporte la cantidad de proteínas, hidratos de carbono, grasas, sales minerales y vitaminas necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
- Se deben hacer 5 comidas al día. El desayuno debe aportar la energía suficiente para afrontar la jornada. La cena debe ser ligera y debe realizarse como mínimo 2 horas antes de acostarse para que la digestión no interfiera con la conciliación del sueño.
- Respetar las horas de sueño. Dormir las horas suficientes favorece el correcto funcionamiento de nuestro sistema de defensas.
- Practicar ejercicio físico de forma moderada. Libera tensiones y facilita el sueño nocturno.
- Realizar actividades intelectuales y al aire libre
- Restringir las sustancias excitantes como el tabaco, el alcohol, la cafeína…
- Mantener el cuerpo hidratado, ingiriendo unos 2 L de agua al día.
Pero hay veces que estas medidas no son suficientes!!!:
En la FARMACIA podemos encontrar una gran variedad de productos a base de una o más plantas medicinales, en algunos casos asociadas a complementos alimenticios como la jalea real, polen, espirulina, ginseng… y en otros casos combinados con vitaminas (Vitaminas hidrosolubles: C y complejo B; Vitaminas liposolubles: A, D, E y K) y minerales.
- Para dormir bien, se aconseja tomar una infusión de pasiflora, tila o valeriana antes de ir a la cama, para tener un sueño reparador y mayor energía durante el día.
- Es muy importante reforzar el sistema inmunológico con productos que nos ayuden a mejorarlo y conseguir así que el organismo esté bien preparado para afrontar el cansancio y la fatiga.
- Pasea al sol. Nunca está de más cargarse de energía gracias a la vitamina D de los rayos solares. Aprovecha los momentos de descanso para pasear. Ojo: recuerda aplicarte siempre protección solar.
- Ponte (bien) guapa. También puede ser el momento ideal para utilizar nuevos cosméticos (cremas, aceites para el cuerpo, mascarillas, productos para el cabello….).
- Haz muchos planes. Con el buen tiempo aparecen las ganas de quedar con amigos en terracitas y bares al aire libre. Te recomendamos que hagas planes fuera de casa y te diviertas.
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