La protección solar implica muchos aspectos a tener en cuenta:
- Elige un correcto horario de exposición al sol: una forma de protección solar es elegir las horas menos dañinas, evitando las horas centrales del día. El índice UV varía a lo largo del día, siendo máximo al mediodía.
- Según la época del año hace falta más protección ya que el índice UV también varía según el mes en el que nos encontremos. Los valores más altos en España suelen registrarse a finales de junio y principios de julio.
- Lo mismo ocurre según las diferentes localizaciones geográficas. La radiación solar que nos llega es también una cuestión de altitud y de latitud. En zonas más elevadas, como las montañas, la exposición es mayor y cuanto más nos alejamos del ecuador, la exposición a los rayos ultravioleta disminuye.
- Usa prendas de protección solar. Las prendas destinadas a ello son un aliado buenísimo para una adecuada protección solar. Empezando por la sombrilla, pasando por un buen sombrero (mejor si cubre las orejas) y las camisetas o capas específicas con UPF 50. Las prendas con este indicativo filtran el 98% de los rayos UVB.
- Utiliza crema solar adecuadamente: una vez claros los puntos anteriores, el protector solar es un excelente aliado para frenar los efectos negativos del sol en nuestra piel. ¿Cuál es la mejor forma de utilizarlo?:
- Utiliza la cantidad adecuada por todas las zonas expuestas al sol. La cantidad correcta son 2g/cm2 de piel. Para un cuerpo de adulto se calcula que el volumen correcto se correspondería con un vaso de chupito. Probablemente mucho más de lo que usamos cualquiera de nosotros.
- Los spray y aerosoles son algo menos fiables, porque parte de la cantidad aplicada no llega de forma adecuada a la piel.
- No es imprescindible aplicar la crema 30 minutos antes, como se ha recomendado tradicionalmente. Con 5-10 minutos es suficiente.
- Reaplica el protector cada dos horas, tras los baños y si sudas mucho.